El Almería ofreció el ascenso y el título de campeón de Segunda División a la patrona de Almería en el Santuario de la Virgen del Mar. Una pequeña representación, encabezada por Rubi, Mohamed El Assy, Joao Gonçalves y Javi Robles (único jugador del equipo), además de otros históricos, caso del primer presidente del club, Guillermo Blanes, o de Manolo García, agradecieron a la Virgen del Mar su apoyo durante la temporada, ofreciéndole además la primera copa de la entidad rojiblanca.
El padre Francisco Panera ofreció un emotivo discurso, sin leerlo. "Es una alegría estar con todos ustedes, que tienen alguna responsabilidad en lo conseguido. En agosto estábamos aquí y comenzamos una larga travesía con momentos de gloria, pero también de dificultad, cuando aparecieron los casos de coronavirus y se perdieron varios partidos. Pero ahí se mantuvo el tipo, respetando un proceso difícil, hasta el último minuto", afirmó el párroco, gran aficionado del fútbol. "Me acuerdo de la cara de Fernando al meterle el primer gol del Leganés. Y ahí es cuando había que acudir a la Virgen María, la madre de Jesús y de todos nosotros. Desfallecían las esperanzas y apareció ese gol que nos dio el campeonato de Segunda División. Esto no se puede hacer, como dijo el entrenador, sin unión. Sin envidia no se puede", prosiguió, acordándose también del Zamora de Fernando.
El párroco se unió al mensaje de Mohamed El Assy. "Estamos en Primera y no vamos a volver a bajar. Siempre me fijo en el Villarreal: está en la cúspide con menos población que nosotros. Ahora tenemos un proyecto de tres años para consolidarnos e ir a Europa. Hay que mirar siempre adelante, pero sin olvidarnos de donde tenemos los pies. Y eso se consigue con el esfuerzo. El que no se esfuerza disminuya las posibilidades del equipo. Me gustó que se reconociese el trabajo no sólo de los jugadores, sino también de todo el cuerpo técnico. Habéis hecho que todos los almerienses no sintamos felices. No es sólo lo conseguido, sino llevar mucha alegría a toda la ciudadanía", aseguró el padre Francisco Panera, antes de que Rubi tomase la palabra.
La visita de Rubi
"Queremos darle las gracias a la Virgen del Mar y al padre. Cada vez que venimos aquí nos vamos más motivados y con más sabiduría por sus mensajes. En agosto el padre me dijo que si venía un día, lo conseguiríamos. Así hice: vine un día con mi pareja y mi hijo, y lo hemos conseguido", reconoció un Rubi, al que interrumpieron los aficionados para ovacionarle. Posteriormente el técnico de Vilasar de Mar, Rubi, El Assy y Robles hicieron entrega de los ramos de flores y subieron al camarín de la Virgen del Mar antes de firmar en el libro de honor. "Es un placer estar con vosotros. Que la Virgen del Mar y Dios bendigan al Almería", aseveró El Assy, que en esta ocasión contó con la ayuda de Joao Gonçalves como traductor (el pasad otro portugués, Samu Costa, hizo de intérprete).
Javi Robles también tuvo palabras de agradecimiento. "Estamos muy felices. El sacerdote pidió en agosto que nos guiase a ese campeonato que nos ha costado tanto. Se lo agradecemos y esperamos que la próxima temporada nos siga ayudando. El Assy me comenta que recuerde que en el último ascenso estaba como recogepelotas y ahora formo parte de un equipo histórico", dijo el canterano. Todo ello con un nutrido grupo de aficionados que volvió a agradecer a su equipo y a su Patrona la mejor temporada de la entidad rojiblanca.
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